«Ella sigue viva, está aquí, con nosotros. Continúa repartiendo lo que tiene a manos llenas. Sus manos, son las de las Hermanas de la Cruz, sus hijas, que prolongan la entrega de su vida a todos y especialmente a los más pobres y desvalidos».

Comenzaron esta celebración nuestras antiguas alumnas. La finalizan los padres y madres de las actuales.

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