Villafranca de los Barros, 14 de enero de 2015
UN REENCUENTRO QUE HA SERVIDO PARA VOLVER A EMPEZAR
La Navidad, que suele ser una época de encuentro familiar en nuestros hogares, ha sido este año también momento de reencuentro para nosotras en la que durante muchos años fue nuestra segunda casa. Después de veinte años, volver al Colegio donde estudiamos y pasamos tantas horas entre sus aulas, a la Capilla a la que tantas veces acudimos a presentar a la Virgen nuestras ilusiones y preocupaciones, reencontrarnos con tantas compañeras de la infancia, con muchas de las cuales hacía años que no teníamos apenas relación,… volver, volver, volver…
Las Hermanas nos convocaron a un encuentro especial y la Asociación de Antiguas Alumnas nos invitó a churros con chocolate, después de celebrar una Eucaristía que preparamos con mucho cariño y compartimos con alegría. Como decíamos en la acción de gracias, antes de dejar la Capilla, fue “la celebración de un recuerdo importante en nuestras vidas, porque en esta jornada traemos de una manera especial todas esas vivencias de hace años a la memoria y al corazón. Además nos acordamos especialmente de tantas compañeras que no han podido venir esta tarde, aunque les hubiese gustado. Es una tarde festiva, sin duda. Por eso, uno de los momentos destacados de la reunión es esta Eucaristía, porque ante este altar, ante la Virgen Inmaculada, ante Santa Ángela de la Cruz,…, y en estos bancos, han sido muchas las oraciones y los deseos, las peticiones y los momentos vividos en la etapa escolar que queda lejos, más para unas que para otras”.
Desde ese día hemos aumentado nuestra relación y ya preparamos otra cita para volver a vernos, no hay momento en que hablemos que no acabe en risas y recuerdos. Y, como decíamos en el reencuentro, “aunque el día a día nos atrapa con el trabajo, la casa, los niños, amigos y viajes, preocupaciones y hobbys, se para el tiempo nada más atravesar las puertas de la Capilla y de nuestro colegio, se rememoran experiencias y anécdotas, es un rato para hablar del ayer desde el recuerdo, para afianzar el hoy y proyectarnos al mañana. Todo ello desde la impronta que los años pasados en este colegio han dejado en nuestras vidas. Por eso queremos darte gracias Señor, porque has vuelto a unirnos, con más años cargados de vida y más vida que llenar de años, por eso queremos hacerte partícipe una vez más de nuestros sueños, de nuestros proyectos, de nuestros momentos”.
Nos acordaremos de este 26 de diciembre de 2014 porque fue el comienzo de una nueva historia, pero sin duda, en nuestra memoria siguen vivos los recuerdos de aquellos años compartidos en el Colegio. Y así lo expresábamos también “ponemos todos nuestros pensamientos y nuestro corazón que hoy ha vuelto a latir con la fuerza de aquellos años, por eso una vez más queremos dejar el recuerdo de nuestra presencia aquí, porque fuimos parte de la historia de este colegio y porque queremos seguir siéndolo”.
Gracias a todas por compartir los recuerdos y por mantener viva la memoria de nuestra infancia proyectada en nuestro hoy de mujeres con más experiencias de vida y con la huella indeleble de aquellos años de formación en nuestro Colegio.
Laura Díez García, Prom 1990.
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