“El goce del descubrimiento fija cualquier aprendizaje”

Se trata de un proyecto que aplicamos ya desde cursos pasados, con gran éxito entre las alumnas más pequeñas de nuestro Colegio, para acompañar el proceso de lectoescritura. Consiste en utilizar pinzas de la ropa para escribir en ellas vocales y consonantes y utilizarlas para formar palabras.
A cada niña se le entregan diferentes láminas con palabras que pueden reconocer (su nombre, por ejemplo, o el de sus compañeras) para que, con pinzas de la ropa, formen grafema por grafema la palabra completa que corresponda a la tarjeta.
El uso de las pinzas es mucho más motivante que los materiales habituales (como el lápiz y el papel), permite potenciar y reforzar la concentración y la autocorrección, al mismo tiempo que van interiorizando y profundizando sobre las letras que conforman cada palabra y su orden.
Con esta actividad se desarrollan muchísimas destrezas, desde la psicomotricidad fina hasta la conciencia fonológica y la discriminación auditiva, pasando por el vocabulario, la relación entre mayúsculas y minúsculas o el trabajo cooperativo. Tan importantes todas ellas para aprender a leer y escribir bien.